Cuando Quentin Tarantino tenía 30 años y un tupé razonablemente frondoso y una perilla de informático virgen y un currículo de folio en blanco tuvo el arrojo de plantarle cara a Harvey Weinstein, el distribuidor de cine independiente más importante de Estados Unidos, para…
I Hablamos cincuenta años después del spaghetti western con cariño y admiración y cierto fervor. Quentin Tarantino no se cansa de decir —la pesadez está en las preguntas— que su película favorita de todos los tiempos es El bueno, el feo y el malo, de…